Luigui Vidal
Aprendí a leer a muy corta edad, y a escribir igual, la curiosidad me empujó a buscar la lectura de cuentos y cómics, de estos últimos se decía que no eran muy adecuados, ya que se acostumbraba a las imágenes y así no buscarían libros para leer.
Por suerte esa supuesta mala influencia, no se dio en mí, por el contrario, era como un misterio encerrado en ese libro, lleno de letras, que estimulaba mi curiosidad, por otro lado como todos los niños realizaba juegos de gran movimiento, además de juegos de mesa, y juegos de inventiva y salíamos al parque con un loco ímpetu.
Pero la lectura siempre tuvo un espacio en mi vida, mi primer libro era sobre los insectos, y aprendí mucho, los conocimientos adquiridos los conservo hoy.
El leer, me llevó pronto a escribir ya de adolescente, y escribí muchos cuentos, hoy perdidos, esta temprana experiencia de lector, me ayudó mucho.
Leí en mi vida cientos de libros, filosofía, psicología, novelas, libros sobre la naturaleza, la historia, cuentos, poesías, ensayos diversos tratados e incluso leí completo el “Quijote de la Mancha”, pero también leía revistas de actualidad, cómics, diarios.
Hoy cuento con una biblioteca con cientos de libros, cómics antiguos, fascículos coleccionables, con una gran variedad de temas como las obras completas de Sigmund Freud, La Biblia, Las Mil y Una Noches entre muchas obras.
Todo ello contribuyó a desarrollar la habilidad expresiva y de escribir, me ayudó a razonar, analizar, observar, a mi desarrollo intelectual, y también me dio emociones , alegría, la lectura no me alejó de las diversiones y la actividad física, no me alejo de la locura de vivir, diría que lo fortaleció y mejoró mi visión de todo y hasta mi sentido del humor, y me olvidaba, mi gran gusto por el cine.
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