Luigui Vidal Rivas
En un país donde afrontamos grandes destapes de corrupción, en las más altas esferas, es necesario fomentar confianza y esto se genera con una actitud de plena transparencia de parte de personas e instituciones, una actitud comunicadora, sin secretismos, ni “clubes del envejecimiento” que quieren seguir en la sombra y trabajar “en silencio”, mirándose las caras, las ratas también trabajan en silencio, decimos representar los intereses de 3 millones de peruanos y estamos alejados de ellos, casi toda la población adulta mayor desconoce su trabajo y menos se sienten representados por una organización u ONG.
y es más hay quien no quiere admitir que una institución nueva y transparente, ya se haya convertido en solo 4 años en una voz poderosa, que remece esa “institución” de querer monopolizar la temática,de un club de amigos, “antiguos especialistas”, que llevan años en esto, el surgimiento de un nuevo liderazgo es necesario, que renueve todo, un liderazgo comunicacional,abierto,transparente,que le hable a toda la gente, y no solo participar en eventos ausentes de auto-crítica, sin reflexión profunda, sin conclusiones o sin seguimiento a las conclusiones ¡hasta cuando¡
La visión gerontológica, solo puede llevarnos a la acción, a una crítica constructiva, rescatando lo bueno, los avances reales, el gerontólogo debe liderar, pero debe ser comunicador, transparente, hablar con la gente, no solo en círculo de expertos o de academicismo estéril, el gerontólogo, es el llamado a administrar, con la visión gerontológica, ya no más cultura de silencio ¡a comunicar, a recuperar la visión, la fe, no hacer eventos solo por cumplir ¡hasta cuando ¡
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