Conversamos con la Mag. Mercedes Rodríguez Ramos, Trabajadora Social, con Maestría en Gerontología, con gran experiencia como docente y proyectos sociales gerontológicos, y nos dio su opinión sobre varios temas vinculados,
Reflexiones tras su participación en el evento “Adulto Mayor Perú”
Fue una Reunión muy interesante, con público numeroso y de calidad, el evento más importante de la primera parte del año, con temas de gran importancia y bien abordados, que han permitido llegar a importantes conclusiones y en donde se han reconocido a personas e instituciones por su responsabilidad.
Eventos como estos sirven para visibilizar realidades concretas y no solo modelos importados, sobre lo que funciona en nuestro país.
No solo ha permitido la participación de los adultos mayores, sino también la de aquellas personas que trabajan con ellos.
Promover los adultos mayores es hacerlos visibles, mostrar sus cualidades, sus capacidades, promover es mostrar el envejecimiento no como merma o fin de la vida, sino también de generar oportunidades de vivir y participar en la vida social, cultural, política, devolverles espacios perdidos a los adultos mayores.
En tiempo de los Incas el rol del adulto mayor, era muy importante, había una gran e importante participación que luego se fue perdiendo.
Se han perdido oportunidades, y a veces el conformismo y la comodidad han obrado y la falta de iniciativa.
La Central Informativa del Adulto Mayor está abriendo espacios, promoviendo la integración y la comunicabilidad de los sujetos envejecientes.
Legalismo y leyes que no se cumplen
Tenemos buenas leyes encarpetadas, no reglamentadas, en eso destacamos, y sabemos que la sola ley no puede promover cambios profundos de mentalidad, sino es con la ayuda de una buena promoción y difusión.
Hay algunas disposiciones contra la violencia, la ley que obliga a las municipalidades a dar los espacios de participación al adulto mayor, pero que muchísimas veces no se cumplen, y las cosas se hacen mal cuando se desconoce el tema del envejecimiento o no existe la capacitación adecuada, lo que suele ocurrir.
Se realizan eventos de mero cumplimiento, sin llegar a conclusiones de tales eventos, además hay mucho centralismo todavía en el país, sino difundimos las leyes y no se aplican adecuadamente políticas públicas, es como no hacer nada.
La tarea de hacer cumplir las leyes debería ir por el lado de los propios adultos mayores, pero organizados, el Estado solo genera políticas de supervivencia, creyendo que con 200 soles solucionan los problemas de los mayores con extrema pobreza, cuando en realidad esa ayuda no cubren sino un mínimo y no llega a muchos que si lo necesitan.
Los verdaderos especialistas del envejecimiento no han estado cuando se han dado las primeras normas, disposiciones y políticas, y los que participan en su elaboración imponen sus normas con su visión sesgada.
Hay esfuerzos por mejorar pero esas personas con voluntad no deciden y lo del adulto mayor , no es una política de Estado.
La persistencia del derecho
Una discapacidad no me anula como ser humano y esto es importante, no ver al envejecimiento como una enfermedad.
Los derechos no se pierden con el tiempo de vida, ahora debemos tener más oportunidades, no todo es llenar la barriga sino también algo que alimente el alma, y para eso se requieren cambios de actitud y darles a los mayores un estímulo para su pleno desarrollo personal.
De otro modo seguiremos viendo a los adultos mayores como “viejitos”
Comités y “clubs del envejecimiento”
Su discurso ya no es creíble, es el mismo discurso de hace 30 años
Hay algunos avances, pero que se dan por la propia dinámica de los envejecientes
La central Informativa estimula el diálogo y con sus publicaciones valiosas nos permite comparar realidades y está promoviendo esa visión integral gerontológica del envejecimiento.
Los adultos mayores deben saber manejar su envejecimiento y con el apoyo de los municipios, acompañarlos en su desarrollo
Tengo 38 años de experiencia en temas de envejecimiento y debo decir que es fundamental, capacitar a los mayores, para que ellos mismos promuevan, ya no, los “cuatro sabios” o el “club del envejecimiento”.
Poder elegir lo que uno desea y lo que realmente necesita, es eso lo que el adulto mayor debe hacer, trabajar en ese sentido.
Muchos especialistas o funcionarios no conocen muchas veces la realidad y solo trabajan en escritorio.
¿El asistencialismo se impone?
Vayamos a ver las necesidades, sin ir muy lejos, aquí en Lima hay varios focos de pobreza extrema o de pobreza, con tremendas dificultades familiares.
Pero no nos quedemos en el asistencialismo, fomentemos un adulto mayor pleno de derechos, con acceso a la cultura, la educación y a la tecnología, empoderemos de verdad.
Al estado le toca abordar las necesidades básicas, y a los municipios las complementarias, pero para el desarrollo pleno de un adulto mayor se requiere de todas esas necesidades.
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