CENTRAL INFORMATIVA DEL ADULTO MAYOR

miércoles, 8 de enero de 2020

AÑO NUEVO…vida nueva…vejez nueva.

Lic. Norma Alonso, Psicóloga Clínica, Gerontóloga, Postgrado en Psicogeriatría, Mediadora Familiar y Comunitaria.
Coordinadora del Foro por los Derechos de las Personas Mayores (Paraná, Entre Ríos, Argentina)
Cofundadora de la Asociación Solidaria para la Tercera Edad EL RECREO
Titular de Club Palabra Mayor
Colaboradora Internacional de la Central Informativa del Adulto Mayor

No sólo de hablar vive el hombre, sino que “HECHOS son AMORES”. Todos los gerontólogos estamos en conocimiento de las estadísticas poblacionales de nuestros países, la región y el mundo. Tanto como de los factores que inciden en el fenómeno de esta NUEVA VEJEZ  evidente y  demográfica. Estamos descubriendo, en esta transformación inédita de la vida del hombre sobre la Tierra, que se está produciendo un REJUVENECIMIENTO del envejecimiento. A partir de los 80 años hay masas poblacionales hoy que se mantienen vivas por muchos años más prolongando su vida hasta los 112, 115 años. Se sabe que está pronosticado que los seres humanos alcanzarán los 120 años y no como un logro excepcional del Guinness de los records sino como evolución en este proceso que presenta la humanidad.
Este rejuvenecimiento no sólo se observa en los histogramas de los 80 y + en cuanto a la prolongación de la vida, sino que se lo reconoce en la “actualidad” del modo de envejecer: si se compara un hombre de 65 años de hoy con los 65 años de su padre, o de su abuelo. Una mujer de 70 años de hoy si se compara con los 70 años de su madre o, con suerte si llegó a esa edad , su abuela. Es decir que al producirse un REJUVENECIMIENTO del ENVEJECIMIENTO tanto en la Edad cronológica actual como en la Edad prospectiva ligada a la Esperanza de Vida se están corriendo los umbrales iniciales que dan lugar al inicio del ADULTO MAYOR. Hasta hace unos años el mojón se daba en los 60años  para la mujer y 65 años para el hombre atados estos números al inicio de la Jubilación. En la actualidad el inicio es a los 71 años y muy en breve, dentro de 4 años, será a los 75 años. Estas cifras se obtienen con fórmulas entre la Edad Cronológica, condiciones sociosanitarias, condiciones de desarrollos personales en el medio sociofamiliar, características favorables para la autonomía e inclusión que ofrezca una población, una región, una ciudad, todo lo cual que irá conformando la Esperanza de Vida.
Hemos avanzado mucho en algunos puntos que han de continuar extendiéndose. Ahora nuestro empeño se focaliza en concientizar a los responsables de las Políticas públicas sobre la inminente necesidad de transformar las ciudades en espacios AMIGABLES Y ACCESIBLES en los que puedan desplazarse las personas mayores ejerciendo su derecho a transitar, dirigirse, elegir, descubrir nuevas zonas, nuevos productos, ir a atender su salud, visitar amigos, hacer sus compras, cotejar, comparar, DECIDIR .
La Gerontología es inter y transdisciplinaria. Tenemos URGENCIA en crear esta conciencia en otros profesionales para interesarlos en formarse en temas de la vejez y así  integrarse en equipos interdisciplinarios: Gerontoarquitectura,  Gerontotecnologías,  Gerontoeconomías,…  Observamos hoy ciertos hábitos de “competencias” no sólo del campo profesional sino del poder del conocimiento. Un arquitecto para dar satisfacción a las necesidades, demandas y dificultades que puede manifestar una persona envejeciente tiene que trabajar con un gerontólogo pues no solo se atenderá a sus condiciones físicas sino también al conjunto de motivaciones, rasgos culturales, estilos comunitarios, espacios promotores de actualización de noticias, de encuentro con pares, juegos de estimulación física y mental.
Las ciudades presentan muchos obstáculos físicos, arquitectónicos como de hábitos agresivos para el adulto mayor: en la vía pública, en la forma de conducir, en la accesibilidad al transporte público, en la falta de PRIORIDAD de asientos según la densidad de personas mayores en cada localidad ya sea en los medios de transporte, negocios, oficinas, centros asistenciales.
Changos de menor profundidad en los supermercados, y/o con movilidad eléctrica. Semáforos adecuados protectores del desplazamiento, con silbido para disminuídos visuales.
Veredas en condiciones, sin pozos, sin desniveles o los necesarios pero con  pinturas  que adviertan al transeúnte…. y muchos etc en los que estamos trabajando  varias organizaciones de adultos mayores de la ciudad. Nadie sabe más de las dificultades y necesidades de las  personas mayores  que las que ellas mismas advierten en el
desarrollo de la vida cotidiana. Justamente es por esta misma razón que nos hemos manejado con sondeos y encuestas anónimas, con urnas colocadas en diversos negocios y oficinas de la comunidad.
Si es que viviremos más años debemos prever el hacer uso de nuestra autonomía en lugar de ser destinados al encierro y/o la enfermedad por falta de planificaciones innovadoras que faciliten los derechos de la vida diaria. Hoy prevalece el encierro de las personas mayores. El poder desplegar sus actividades con lo que “dé” la salud funcional produce bienestar, satisfacción personal y economía de gastos tanto en la salud pública como en las economías de las familias.
Hay mucho más para compartir… será en la próxima entrega. Hasta pronto amigos

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