Luigui Vidal Rivas
30-12-2018
La realidad del adulto mayor y el estado del envejecimiento poblacional son de una visión compleja, el cual nos muestra diversos aspectos o realidades, podemos percibir algo de manera sesgada si enfocamos un diverso aspecto de esta realidad.
La realidad es un proceso dinámico con múltiples facetas y que nos muestran verdades contradictorias de una misma cuestión, la realidad humana, la realidad del envejecimiento humano, la realidad del adulto mayor inserto en una determinada sociedad.
La evolución histórica y social, con sus dinámicas, nos muestran cambios unidos al paso del tiempo, la realidad es siempre cambiante, los adultos mayores, llamados antes ancianos, evolucionan también..
La realidad de la persona mayor es muy distinta a lo que era hace algunas décadas, es más activa, más participante, quiere seguir aprendiendo, un cambio de realidad, genera una visión distinta y nuevos términos y denominaciones, se justifican lógicamente.
La palabra anciano es un término desfasado, y también hombre viejo o persona de edad avanzada, cuando hablábamos en ese sentido, teníamos una imagen mental de debilidad física o mental, decrepitud, de una persona que ya no está vigente, lo de ancianos como sabios, eran de épocas muy anteriores de la historia y aun es cuestionable ya que dicha palabra que se usa como traducción de diversos idiomas, es algo cuestionable.
Está claro entonces evoluciona la sociedad, evoluciona el lenguaje que se adecua a una nueva realidad, hoy decimos adultos mayores o personas mayores o decimos Sr o Sra. de una determinada edad, ejemplo: Sra. de 75 años, muchas personas sin visión gerontológica siguen empleando términos inadecuados o desfasados como viejitos, abuelos, abuelitos, gerontes, etc.
Nuestro lenguaje que nos da una visión gerontológica de la sociedad, será siempre el adecuado, y para promover emitiendo mensajes, discursos, escritos, notas, artículos, comentarios y disertaciones deberán utilizar el lenguaje adecuado a la nueva realidad, evitando diminutivos y términos peyorativos.
Nuestros mensajes para promover a la persona mayor, deben mostrar la realidad y la manera adecuada de enfrentarla o vivirla, los diversos aspectos del envejecimiento humano que no trae solo desventajas sino también importantes ventajas, en algún momento nuestra promoción puede ser una llamada de atención o una denuncia, y en otro momento mostrar todas las oportunidades de participación social y desarrollo personal, que nos permite el curso de la vida, promover el ejercicio de los derechos, la ciudadanía y una actividad saludable(continua)
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