CENTRAL INFORMATIVA DEL ADULTO MAYOR

domingo, 29 de julio de 2018

La Visión Gerontológica 14


Luigui Vidal Rivas
Por los resultados obtenidos del reciente censo nacional se comprueba un envejecimiento poblacional sostenido en el país rozando ya el 12% lo que comprueba una tendencia irreversible sobre el 9.1% del censo anterior.
Se han realizado algunos avances significativos en políticas públicas y es notorio el aumento de la participación social del adulto mayor, sin dejar de nombrar la aprobación de leyes que directa o indirectamente favorecen al adulto mayor en un tiempo relativamente reciente como La Ley 30490 que aún no tiene reglamento a pesar de haber transcurrido cerca de 2 años y mucho más cerca la Ley que aprueba la Convención Interamericana de Protección de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, una nueva Ley sobre el Alzheimer y otras demencias que deroga la ley aprobada en el 2013 y que nunca se reglamentó y finalmente la Ley de los cuidados paliativos.
Todo ello debe ser analizado y si bien es cierto hay lugar para algunas sonrisas, hay una justa preocupación por la lentitud de los procesos en la reglamentación e implementación de las políticas que muchas veces no se cumplen y por ello a pesar de algunos avances se genera una justificada desconfianza cuidadana.
Incluso mucho de lo estipulado en la anterior ley 28803 del adulto mayor, no se cumplió a cabalidad y en algunos municipios nunca llegó a existir un CIAM y en otros casos se desvirtuó la función a la cual estaban destinados, como centros cogestionados con las personas adultas mayores.
El propio adulto mayor desconoce las leyes que lo favorecen, protegen y promueven y el Estado nunca se ha tomado muy en serio la promoción y difusión entre la población adulta mayor, se hace fiesta con la aprobación de una ley sin ver que es ineficaz la propia ley sino la conocen los beneficiados de ella.
No tenemos un estado comunicador y en todo caso y a pesar del constante envejecimiento poblacional del país no se ve el interés por que se conozcan las nuevas leyes y políticas públicas, es muy poco o casi nada lo que se hace al respecto.
En un país con severa crisis institucional que genera desconfianza es necesario a todo nivel tener perfiles públicos, canales abiertos de comunicación con la población, ser transparente significa también comunicar y comunicar con veracidad, establecer puentes comunicantes, permitir así que distintos colectivos establezcan alianzas y ganar adhesiones nuevas, dar buenos ejemplos, promover eficazmente con permanente difusión y convocatorias abiertas, generar oleadas de opinión y eso no se consigue con un club de amigos o círculos cerrados.
No hay que monopolizar las temáticas, hay muchísimas personas y colectivos que deben opinar y participar, la luz pública es lo más sano para trabajar unidos y paso a paso con la ciudadanía y hay que difundir ante todo, no más silencio.

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