CENTRAL INFORMATIVA DEL ADULTO MAYOR

martes, 9 de enero de 2018

¿Existe la vacuna contra la enfermedad de Alzheimer?

Por el Dr.
Carlos Sandoval Cáceres
La historia de las vacunas es fascinante, se dice que ya los chinos en el siglo X conocían el sistema de la utilización y aplicación de las vacunas y algunos soldados turcos solían auto infectarse con pus para luego crear una especie de inmunidad que los podrían prevenir de futuras infecciones de la piel. Pero no es hasta 1796 en donde el médico rural, Edward Jenner, observó que las recolectoras de leche, muchas veces solían infectarse de la viruela vacuna, a través de vacas infectadas de viruela, pero cuando éstas se exponían a la viruela humana tenían cierta protección. El doctor Jenner, extrajo pus de una vaca infectada de viruela y se la aplico a un niño, quien desarrolló levemente la viruela vacuna, posteriormente el doctor Jenner le aplicó una dosis mayor de pus de viruela humana al niño y éste no presentó la enfermedad.
La vacuna viene del latín “vacciniea” que significa vaca, posteriormente el prestigioso médico y microbiólogo francés Louis Pasteur, en su laboratorio, comprobó que si aplicaba pequeñas cantidades de algunos microbios podía ocasionar la infección de éstos microbios de manera atenuada, luego observó que a la larga éstas personas quedaban protegidas de futuras infecciones que podría ocasionar ese mismo microbio.
La vacuna consiste en una preparación biológica en donde se le administra a una persona los microbios o sustancias que ocasionan la enfermedad, que proporciona inmunidad adquirida de manera activa contra una enfermedad. Generalmente contiene un agente que se parece al microbio causante de la enfermedad que se puede administrar como partículas muertas o atenuadas del mismo, en otras ocasiones sus toxinas o partes del mismo como la pared celular.
En la actualidad se han desarrollado vacunas contra muchas infecciones virales como la rabia, gripe, polio, etc, contra bacterias como el neumococo que ocasiona las neumonías, contra algunos parásitos como el que ocasional la malaria, inclusive se han desarrollado vacunas contra algunos cánceres como el cáncer del cuello uterino.
No ha habido mayor aporte a la Salud Publica en toda la historia de la humanidad, que el aporte que han proporcionado las vacunas. Incluso se han erradicado para siempre algunas enfermedades mortales y limitantes como la viruela y la polio.
EN EL CASO DE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
Conocemos que la enfermedad de Alzheimer se caracteriza por el depósito de una sustancia amiloidea, que forma las “placas seniles” en el tejido cerebral. Estas placas seniles no son exclusivas de la enfermedad de Alzheimer, se pueden presentar incluso en el envejecimiento normal pero en menor cantidad y proporción. Aun no se define si estas placas son la causa o consecuencia de la enfermedad, lo cierto es, que está presente en la enfermedad y recién se pueden observar en el tejido cerebral del enfermo fallecido a través de una biopsia.
Una línea de investigación fue la de la creación de una sustancia que impidiera la formación del depósito de esta sustancia amiloidea y por lo tanto evitar la aparición de placas seniles partió así la idea de crear una sustancia que actuara como una vacuna para impedir la formación de estas placas.
La primera de estas vacunas se conoció como la AN-1792 y fue desarrollada en el año 2000 por las compañías farmacéuticas Elan Corp y Whyeth Pharmaceuticals, lamentablemente no hubo buen resultado, pues algunos pacientes presentaron cuadros de encefalitis y meningitis, incluso algunos fallecieron, por lo que tuvo que suspenderse la investigación. Esta vacuna contendría la propia sustancia beta amiloide de manera que, al inyectarla al organismo, éste crearía anticuerpos y reconocería los futuros nuevos beta amiloides e impediría que se depositaran para evitar la formación de estas placas.
Fuente:Diario Uno

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