Artículo de Luigui Vidal Rivas
Debemos iniciar con internalizar la visión holística de la gerontología y saber transmitirla a través de los diversos lenguajes, y demostrar actitudes e intervenciones acordes con esta visión.
Cuando dicha visión no está debidamente asimilada comienzan las contradicciones en las distintas formas de expresión, el ejemplo más claro, cuando hablamos de la heterogeneidad del envejecimiento y luego hablamos de las personas mayores en general
La gerontología es algo que debe y necesita promoverse ya que dejó de verse solo como la ciencia del envejecimiento, ahora es la ciencia del curso de la vida, bajo este criterio el campo de acción e intervención del gerontólogo se amplía en tanto el envejecimiento puede orientarse exitosamente.
En tanto las personas mayores van conquistando espacios y llegan a ser mayores con mayor calidad de vida y más sanos, no solo transforman su propia imagen, cambian la imagen del envejecimiento en si.
Un mundo mucho más comunicado genera una aceleración de la dinámica social, lo que nos obliga constantemente a echar nuevas miradas y ante el hecho de estar siempre desactualizados, y la actualización ya no puede darla solo la Academia
Esta actualización es estar constantemente informado y también se da el surgimiento de muchos paralelismos ideológicos, muchos dicen lo mismo, pero de diferente manera, el marketing social pone nuevos nombres a lo que ya existía, presentándolo como algo nuevo.
Cada día hay nuevas personas mayores que ya están “digitalizadas”, con una nueva estimulación cognitiva, más conscientes de sus derechos, estamos frente a un cambio y muy dinámico.
Esto nos obliga a revisar nuestro propio discurso y estructurar uno nuevo, nuestra forma de comunicar y expresarnos, se va quedando atrás, preparémonos para los grandes cambios que ya están en proceso
Una visión dinámica de la realidad es imperiosa, los escenarios cambian constantemente y la gerontología se enfrenta a nuevos retos, intervención en la educación y la prevención de la vulnerabilidad son ya de lo más urgente
Las nuevas realidades nos ponen contra la pared y nuestro lenguaje ya no puede reflejar la nueva dinámica, las cosas no son, van siendo.
Una nueva educación para el envejecer es necesaria, y la “vulnerabilidad” dejará de ser el “gran negocio” y será reemplazado por lograr el mejor envejecer posible, el envejecimiento es irreversible pero si se puede ralentizar y muchas personas mejoran su condición física y mental durante el transcurso de los años.
Nuestra estructura mental no está evolucionando junto con la dinámica de los cambios y parece difícil no caer en contradicciones cuando hablamos sobre la heterogeneidad del envejecer.
Mucho de lo que se lee hoy está en ese desfase, en esa falta de visión y en ello la hiper-especialización no nos ayuda, la persona mayor está cambiando, dentro de poco hablaremos de mutación, el envejecimiento en algunas personas parece detenerse, el envejecimiento mismo, y el lenguaje cambiará una vez más para reflejar esta realidad-
No retrocedamos queriendo reivindicar términos caducos de otras realidades superadas. reafirmemos el moderno lenguaje gerontológico y estemos dispuestos a cambiarlo por otro nuevo.
Hay que considerar el concepto diferencial de edad cronológica y edad biológica, como muy importante para entender el envejecimiento y sus variedades, en nuestros discursos evitemos las generalizaciones, no existe un bloque de personas llamado “Personas mayores”, solo personas en distintos tipos de envejecer.
Al clasificar, o catalogar, ya estamos sembrando discriminación, la generalización es la gran madre de los edadismos, dos personas nacidas el mismo día y año, no están en la misma condición
La investigación sobre el envejecimiento está contaminada por prejuicios y está enfocada principalmente en la vulnerabilidad de las personas mayores, estudiemos esos “envejecimientos” extraordinarios, tal vez encontremos la clave, estudiemos a esas personas.
Existe un conservadurismo mental, que nubla nuestra visión, incluso no falta quien considera edadista luchar contra efectos del envejecimiento, “ya que debemos aceptar la irreversibilidad del envejecer”, incluso han creado una teoría del envejecimiento a “saltos”, sin sólida base científica.
La fuerza de la costumbre es mucho más fuerte de lo que pensamos, y realmente no hay argumentos para reinvindicar términos caducos, se racionaliza la rebeldía y la terquedad, envolviéndola en una estructura determinada.
Por eso comunicar es un proceso complejo e intervenir en esta área no es un tema para dejarlo a la ligera, sino no nos hemos desprendido de nuestra “paporreta académica” y comenzamos a actualizarnos con un estudio y observación sin prejuicios ni complejos, no andamos bien
Seamos coherentes, nuestras palabras pueden expresar muy bien la heterogeneidad del envejecimiento, y un cartel contradecirnos, ¿el perro se muerde la cola?
El abandono de la imagen estereotipada de la persona mayor, empieza por no generalizar,
El gerontólogo debe pulir su perfil comunicador, su visión gerontológica ser su guía básica, estructurar un perfil coherente, que se manifieste en todas sus actitudes y emprendimientos y tener mente abierta, estar preparado a los cambios, acostumbrado a la renovación y comprender la nueva dinámica del cambio social
Dentro de la comunidad el gerontólogo cumple un fundamental rol promotor, pero también deben intervenir personal capacitado con visión gerontológica, promotores gerontológicos y comunicadores gerontológicos
La Academia te dota de conocimientos, pero los conocimientos para ser reales, deben poder expresarse en acciones y compartirse, el gerontólogo empoderado es el que ha llegado a manejar las herramientas comunicacionales, y comienza a desarrollar criterios
El gerontólogo debe manejar la asertividad y ser capaz de comunicar conocimiento y visión, en más de una forma, adecuada al grupo social con el que trabaja, cuidando mucho de no subestimar, el gerontólogo tiene que hablar con su propia voz, hacerse reconocible.
Todo un equipo multidisciplinario puede funcionar como un equipo comunicador gerontológico, pero todos con la misma visión. Distintos saberes pero con una misma visión
Un tema de las tendencias profesionales es la hiperespecialización, tener una maravillosa visión de detalle, por ver las cosas demasiado cerca, y pero de cuando en cuando debemos alejarnos un poco para comprender, de otro modo la visión holística se nubla.
El comunicar bien, expresar la realidad del envejecimiento en constante cambio, con la evolución de las personas mayores nos reta, pone a prueba nuestro profesionalismo, los profesionales gerontológicos deben revolucionar el pensamiento, inducir a cambios
No lo vamos a lograr, si no podemos poner claro que no existen “Personas mayores” como un
bloque de personas y que no nos limitemos a decir que el envejecimiento es irreversible, burlándonos de algún visionario o de la realidad de que algunas personas han demostrado signos de rejuvenecimiento evidente, especialmente en la funcionalidad.
La gerontología del siglo XXI se enfrenta a la realidad de una dinámica social acelerada, con escenarios cambiantes, donde las instituciones y personas adquieren un rol comunicador, y utilizan las redes sociales para visibilizar contenidos, sin importar ya la prensa. El futuro está en nuestras manos, a encaminarlo con visión gerontológica y comprendiendo lo que ha de venir-
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