CENTRAL INFORMATIVA DEL ADULTO MAYOR

sábado, 23 de septiembre de 2017

Percepción de la sociedad frente al adulto mayor

Por Victoria Merino(Psicóloga) para la Central Informativa del Adulto Mayor

“Saber envejecer es la obra maestra de la vida,
Y una de las cosas más difíciles en el arte dificilísimo de la vida”

Henri- Frédéric Amiel (1821-1881)

La percepción se entiende como el proceso mediante el cual interpretamos y damos un significado a una realidad objeto de nuestra atención. Sin embargo, definir y generalizar la percepción que tiene un adulto mayor frente a este ineludible proceso  -por el cual todo ser humano está destinado a enfrentar- resulta una labor mucho más elaboraba y compleja. Esto debido a que la percepción del adulto mayor va a estar determinada por factores que serán más relevantes para él durante esta etapa. Entre ellos: el apoyo familiar, personalidad, carácter, círculo social, posibles enfermedades, entre otros. (Tejada, 2007)
En este sentido, la percepción del adulto mayor se irá moldeando en base a experiencias, modelos, ideales y expectativas. Por tanto, los cambios físicos, psicológicos y sociales, que conlleven el proceso de envejecimiento, y -además- la percepción que la sociedad misma tenga de este grupo etáreo definirá -así- la percepción que el adulto mayor tenga de sí mismo.
Desde una visión sociodemográfica y jurídico-laboral se estima que la vejez comienza a partir de una determinada edad. No obstante, resulta arbitrario no tomar en cuenta la multidimensionalidad de un estado, que no sólo depende de la edad, sino de muchos otros factores implicados. En este sentido, la edad viene a ser sólo un indicador que sintetiza una condición, comprendida bajo aspectos de salud física, así como también, sociales, psicológicos, culturales, políticos, etc. (Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía y Comisión Económica para America Latina y el Caribe, 2000)
Así, Casals (1982), (citado por Carmen y Vásquez, 1993) aduce que no existe un momento determinado en el que una persona a causa de su edad sea denominada como adulto mayor. Es por ello, que el reconocimiento de una persona como tal, será resuelto por el grupo social en donde este se desenvuelva. Desbaratanto -así- el discurso lícitamente usado en la literatura académica, para clasificar a una persona dentro de una categoría en función de su edad, y dotando de responsabilidad a la sociedad, para definir nuestra percepción del envejecimiento.
Es importante destacar -además- que dentro de las culturas pobres, como la nuestra, un factor importante para delimitar a la población de adultos mayores es la productividad. Por tanto, el adulto mayor será el improductivo. Sin embargo, esta improductividad no sólo será a causa de factores biológicos,  se conoce que los cambios profundos que padece una persona en la senectud respecto a  sus capacidades cognitivas o su personalidad, tienen como causa principal a los factores sociales: la privación cultural, analfabetismo, el aislamiento y la soledad, y similares. (Carmen y Vásquez, 1993)
En base a lo expuesto, el envejecimiento no puede ser definido sólo desde un enfoque cronológico, ya que éste no es consecuencia de un factor puramente biológico. Involucra -también- un sentido social; es decir, la sociedad va a construir el paradigma del envejecimiento en base a conductas y actitudes que se consideren adecuadas para un determinado grupo etáreo.
Es lamentable, el ver como nuestra sociedad no cuenta con políticas abocadas a establecer medidas que cubran las necesidades que el adulto mayor requiere para mantener una vida digna con calidad en todos los aspectos. Si bien es cierto se han adoptado ya, políticas en las que se intenta suplir estas carencias, es claro que éstas no son suficientes. Resulta utópico intentar crear medidas competentes que brinden soluciones satisfactorias para esta población y garanticen su bienestar, si antes no se conoce en su totalidad  los requerimientos del adulto mayor y su situación en la sociedad.
Ante esto, es inevitable preguntarnos: ¿cómo se perciben y son percibidos los adultos mayores dentro de nuestra sociedad y cuáles son las medidas pertinentes que se deben tomar para lograr una sociedad más justa e igualitaria para ellos?
Pues bien, en un estudio realizado por Tejada (2007), en el albergue ” Central Ignacia Rodulfo Vda. De Canevaro” en Lima, con un grupo de adultos mayores, se encontró que el envejecimiento puede ser autopercibido como positivo cuando existe autonomía personal y funcional, estabilidad económica, estimulación física y mental -así como- movilidad suficiente. De esta manera, el tener objetivos y metas en la vida, y el sentirse parte de la comunidad está relacionado al autoconcepto de joven.
Para reforzar lo planteado por Tejada, Yewoubdar aduce que la espiritualidad y la autoestima dependen del grado de interacción con la familia y el cumplimiento satisfactorio de las expectativas culturales y sociales acordes para la edad. (Alonso, Ríos, Caro de Payares, Maldonado, Campo, Quiñonez y Zapata, 2010)
Por tanto, es importante unificar la percepción que la sociedad tiene  del adulto mayor, con la que éste tiene de sí mismo, a través de la implantación de políticas públicas relevantes. Con el fin de establecer los cimientos de una sociedad  que comprenda que los derechos de todo ser humano no deben estar sujetos a condiciones cronológicas, ni de productividad. Por el contrario, estás sólo deben servir de referencia para proyectarnos hacia una sociedad que incluya la satisfacción de aspectos médicos, psicológicos, culturales, y -así- el adulto mayor  tenga la oportunidad de mantenerse activo y, sentirse útil y valorado. Quizá así, con el tiempo, se logre  que esta etapa – de la cual muchos pretendemos escapar- sea percibida de una manera positiva.

Victoria Merino 
Referencias:

– Carmen, R. y Vásquez, C. (1993). Salud mental, autonomía funcional y percepción del envejecimiento: un estudio en ancianos de clase media de Lima (Perú). Redalyc, 25(3), 453-466. Consultado en http://www.redalyc.org/pdf/805/80525307.pdf

– Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, CELADE  y  Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL. (2000). El envejecimiento de la población latinoamericana: ¿hacia una relación de dependencia favorable? Santiago de Chile: Naciones Unidas

-Tejada, O. J. (2007). Percepción que tiene el adulto mayor respecto a su proceso de envejecimiento en el albergue central Ignacia Rodulfo Vda. (Tesis de licenciatura en Enfermería). Universidad Nacional Mayor de San marcos, Lima, Perú. Consultado en http://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/cybertesis/543/1/tejada_po.pdf

– Alonso, L., Ríos, A., Caro de Payares, S., Maldonado, A., Campo, L., Quiñonez, D. y Zapata, Y. (2010). Perceptions of aging and wellness of the elderly from San Camilo nursing home at Barranquilla. Scielo, 26 (2), 250-259. Consultado en http://www.scielo.org.co/pdf/sun/v26n2/v26n2a08.pdf

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